EL FUTURO DE LA SEGURIDAD Y SALUD OCUPACIONAL EN LA IMPLEMENTACIÓN DE PRACTICAS DE INOCUIDAD PARA LOS TRABAJADORES EN NUEVA NORMALIDAD

Estudio de Investigación Y Opinión


Ing. Victoria Jimenez


El COVID 19 a nivel mundial representa un gran riesgo biológico que afecta a gran cantidad de personas y dependiendo el tipo se sepa que infecte a una persona puede llegar a ser mortal. El gobierno de Ecuador dicto estado de emergencia y por casi tres meses la población ha permanecido en aislamiento en sus casas. A raíz de la necesidad de la población de trabajar y obtener recursos para mantener a sus familias, se ha dictado una nueva normalidad, donde algunos negocios que no pertenecen al sector estratégico, se han abierto y retomado sus actividades, mientras otras se encuentran en planes para reabrir las mismas. Esto nos lleva a la siguiente pregunta ¿qué tipo de plan debería implementarse en las empresas para que realmente se reduzca el riesgo de infección por COVID 19?

El principal regulador de normas de prevención de riesgos en lo que respecta a empleados y empleadores en Ecuador, lo maneja el Código De Trabajo actual vigente, en el cual una de sus cláusulas especifica que, los empleadores que, por no observar las normas de prevención, seguridad e higiene del trabajo, causaren que el trabajador sufra enfermedad profesional o accidente de trabajo que motive una discapacidad o una lesión corporal o perturbación funcional, serán sancionados (Ministerio del Trabajo, 2016).

Habla también claramente sobre la prevención de los riesgos y de las medidas de seguridad e higiene a implementar en la empresa. En el Art. 410 explica que las obligaciones respecto de la prevención de riesgos. Donde los empleadores están obligados a asegurar a sus trabajadores condiciones de trabajo que no presenten peligro para su salud o su vida. Los trabajadores están obligados a acatar las medidas de prevención, seguridad e higiene determinadas en los reglamentos y facilitadas por el empleador. Su omisión constituye justa causa para la terminación del contrato de trabajo (Ministerio del Trabajo, 2016).

Los microorganismos representan en cada empresa riesgo biológico ya que pueden causar daño en el hombre (virus, bacterias, hongos, parásitos). Se encuentran en el aire, los alimentos, o forman parte del proceso productivo. La vía de entrada en el organismo es similar a la de los contaminantes químicos: respiratoria, digestiva, piel y mucosas o a través de cortes o pinchazos (Universidad De La Rioja, 2015).

Actualmente, crece la preocupación por el continuo aumento de las infecciones por COVID 19 en algunas partes del mundo y por la capacidad de mantener las tasas de disminución en otras. Los gobiernos, los empleadores, los trabajadores y sus organizaciones se enfrentan a enormes desafíos mientras tratan de combatir la pandemia de COVID 19 y proteger la seguridad y la salud en el trabajo. Más allá de la crisis inmediata, también existe la preocupación de reanudar la actividad de manera que se mantengan los progresos realizados en la supresión de la transmisión (Organizacion Internacional del Trabajo, 2020)

Los confinamientos y las interrupciones de los negocios que provocaron, las restricciones de viaje, los cierres de escuelas y otras medidas de contención han tenido repercusiones repentinas y drásticas en los trabajadores y las empresas (OIT, 2020). A menudo, los primeros en perder sus empleos son aquellos cuyo empleo ya era precario, como, por ejemplo, vendedores, camareros, personal de cocina, encargados de equipajes y limpiadores. En un mundo en el que sólo una de cada cinco personas tiene derecho a recibir prestación de desempleo, los despidos suponen una catástrofe para millones de familias (OIT, 2017).

Los trabajadores del sector informal de la economía ya se enfrentan a mayores riesgos de seguridad y salud en el trabajo (SST) y carecen de protección suficiente. Al trabajar en ausencia de protecciones como la licencia por enfermedad o las prestaciones de desempleo, estos trabajadores pueden verse obligados a elegir entre la salud y los ingresos, lo que supone un riesgo tanto para su salud como para la salud de los demás, así como para su bienestar económico (OIT, 2020).

Por lo tanto, al plantearse una nueva normalidad y autorizar el trabajo de otra actividad no relacionada a insumos de primera necesidad, se esta sometiendo al trabajador a un riesgo laboral externo, el COVID 19 entra en las empresas como riesgo biológico, las empresas tienen que implementar protocolos de bioseguridad. Pero ¿es posible que los protocolos de seguridad sean suficientes para que realmente se reduzca el riesgo de contagio?, si analizamos a las empresas productoras de alimentos y sus protocolos de seguridad y salud ocupacional de los trabajadores, se ve claramente que este sistema va de la mano con el sistema de inocuidad y salud alimentaria; los trabajadores mantienen practicas de SSO y además tienen normas de inocuidad donde empezando desde su entrada a la planta, el uniforme a utilizar y su ubicación en su sitio de trabajo son controlados por estrictas normas de inocuidad.

Los riesgos derivados de la contaminación en una industria alimentaria son, en cierta medida, muy parecidos a los que podemos encontrar en un hospital.  Existen diferentes elementos o equipos de protección personal, que actúan con doble finalidad: proteger a los trabajadores  en caso de que el producto se encuentre ya contaminado y frenar el traspaso de posibles microorganismos procedentes de los trabajadores al producto en cuestión. Entre los diferentes equipo de protección individual (EPIs) podemos encontrar gorros desechables, mascarilla o cubre bocas, delantales desechables, guantes, cubre cabezas, entre otros (Entorno Saludable, 2018).

Si bien las Buenas Prácticas de Manufactura (BPM), son las normas establecidas que actualmente regulan a las plantas procesadoras de alimentos en particular, en cuanto a los procedimientos de fabricación, limpieza y desinfección, la higiene personal, la manipulación, los controles, registros, almacenamiento, que garantizan calidad y seguridad alimentaria (ARCSA, 2015). Se hace hincapié en una norma un poco más estricta como es el sistema de Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control (HACCP).

El sistema HACCP es una herramienta de gerencia que ofrece un programa efectivo de control de peligros. Pues se basa en datos registrados relacionados con las causas de Enfermedades Transmitidas Por Alimentos (ETA) y de vigilancia de contaminantes en laboratorios. Esta norma es muy estricta ya que regula desde los ingredientes, el proceso y el uso posterior del producto alimenticio (García & Alaniz, 2011). El sistema HACCP es compatible con otros sistemas de control de calidad. Esto significa que inocuidad, calidad y productividad pueden abordarse en conjunto, resultando en beneficios para los consumidores, más ganancias para las empresas y mejores relaciones entre todas las partes que participan, en función del objetivo común de garantizar la inocuidad y la calidad de los alimentos (García & Alaniz, 2011).

La inocuidad es un atributo esencial a asegurar en un alimento, lo que permite definirlo como “inofensivo, seguro, que no produce daño a la salud”; es, por tanto, el aspecto cualitativo más importante a brindar y muy exigido por los consumidores de hoy (Rodriguez, 2017). El sistema HACCP se relaciona específicamente con la producción de alimentos inocuos y, según la FAO, es "un abordaje preventivo y sistemático dirigido a la prevención y control de peligros biológicos, químicos y físicos, por medio de anticipación y prevención, en lugar de inspección y pruebas en productos finales" (García & Alaniz, 2011).

Para que la implementación de un sistema de control de inocuidad en una empresa se necesita que sus directivos como trabajadores se comprometan con el sistema y participen en su aplicación (Bruzón, 2015). También se requiere una metodología multidisciplinaria que debe incluir, en su caso, la participación de especialistas que enfoquen no solo metodología de seguridad y salud ocupacional mediante un plan de bioseguridad, si no que se planteen normas para generar una cultura de inocuidad en la que lo trabajadores cumplan con cada una de las normas de limpieza y desinfección, tanto personal como del sitio de trabajo.

Un ejemplo de las metodologías utilizadas en las empresas de alimentos es la capacitación continua, y la socialización de cumplimiento e incumplimiento de las normas diariamente mediante la socialización con un supervisor de planta o jefe de área. La desinfección antes de ingresar a un área de trabajo se lo maneja e la siguiente manera, primero el trabajador se cambia a la ropa de trabajo a utilizar, la ropa de trabajo es lavada en la empresa y no tienen contacto con el exterior; después de que el trabajador se cambia a su uniforme, este tiene que lavar las manos con agua y jabón, después con un desinfectante de manos; finalmente se pone la mascarilla, guantes de seguridad y se prepara para entrar a un túnel de desinfección en el cual mediante la adición de ozono desinfecta toda la parte corporal del trabajador. De esta manera una vez que salen del túnel de desinfección se dirigen a su sitio de trabajo donde permanecen con el equipo de protección personal hasta terminar su jornada laboral.

Pero estas medidas ejemplificadas anterior mente van de la mano con la cultura de limpieza adquirida por los trabajadores, ya que después de realizar las respectivas capacitaciones sobre el manejo de los EPP, ellos tienen que cumplir con las normas impuestas, el lavado de las manos, no sacarse en ningún momento ni la mascarilla, ni la cofia, ni los guantes. Si usan los servicios higiénicos, cumplir con el protocolo de desinfección de manos y si es posible cambiar de guantes.

En la siguiente imagen si puede observar como es el equipo de protección personal en las empresas de alimento. Si se analiza con la situación actual de equipo de protección usado para salir a las calles, se puede ver que estamos utilizando casi el mismo equipo de protección personal de las empresas de alimentos.

 

Ilustración 1 Equipo De Protección Personal En Empresa Alimentaria Vs. Peatones Con Protección Personal Por COVID19

El riesgo de contagio es mayor para algunos trabajadores, en particular aquellos en primera línea de respuesta a la emergencia, los trabajadores que participan en los servicios esenciales, o los que se encuentran muy concentrados en espacios limitados. Además, si se tiene algún trabajador con problemas e salud preexistente se tienen que tomar en cuenta su estado y que medidas se va a tomar al respecto en la empresa. Las medidas de control de riesgos deben adaptarse específicamente a las necesidades de los diferentes trabajadores (Organización Internacional del Trabajo, 2020).

Como conclusión para implementar un plan de bioseguridad, hay que tener en cuenta todos los posibles riesgos de contagio que se puede tener en una empresa. Si se desea implementar como medida de prevención de riesgo la implementación de equipo de protección personal, esta debe ir de la mano con una capacitación y seguimiento de las personas. Además, tratar de implementar la cultura de limpieza en los trabajadores. Se recomienda desarrollar e implementar el plan de bioseguridad, guiándose del sistema HACCP; tratando de desarrollar un plan de bioseguridad basado en la inocuidad, desarrollado a partir de buenas prácticas de manufactura y compromiso tanto del empleador como los empleados.

 

 Bibliografía

ARCSA. (2015). EXPEDIR LA NORMA TÉCNICA SUSTITUTIVA DE BUENAS PRÁCTICAS DE MANUFACTURA PARA ALIMENTOS PROCESADOS. Quito: Funcion Ejecutiva.

Entorno Saludable. (15 de 05 de 2018). Entorno Saludable. Obtenido de Equipos de protección personal básicos para la industria alimentaria: http://entornosaludable.com/15/05/2018/equipos-de-proteccion-personal-basicos-para-la-industria-alimentaria/

Ministerio del Trabajo. (2016). CÓDIGO DEL TRABAJO. Quito.

Organizacion Internacional del Trabajo. (2020). Frente a la pandemia: Garantizar la Seguridad y Salud en el Trabajo. Ginebra: Copyright © Organización Internacional del Trabajo 2020.

Universidad De La Rioja. (2015). RIESGOS BIOLÓGICOS. España.

2020 (April 7). ILO Monitor: COVID-19 and the world of work. Second edition Updated estimates and analysis. Available at: https://www.ilo.org/wcmsp5/ groups/public/@dgreports/@dcomm/documents/ briefingnote/wcms_740877.pdf

Eurofound y OIT: 2017. Trabajar en cualquier momento y en cualquier lugar: consecuencias en el ámbito laboral. Ginebra: OIT. Disponible en: https://www.ilo.org/ global/publications/books/WCMS_712531/lang--es/ index.htm

2020g (24 de marzo). Prevención y control de infecciones para la gestión segura de cadáveres en el contexto de la COVID-19: Organización Mundial de la Salud. Disponible en: https://apps.who.int/iris/ bitstream/handle/10665/331671/WHO-COVID-19-lPC_ DBMgmt-2020.1-spa.pdf?sequence=1&isAllowed=y

García Torres, J. J., & Alaniz Úbeda, N. M. (2011). Elaboración de un manual de análisis de peligro y puntos críticos de control (HACCP) en la Empresa Pasteurizadora de leche" La Vaquita" en la Comarca La Grecia de la Ciudad de Chinandega (Doctoral dissertation).

Rodriguez, C. G. A. (2017). La inocuidad en el proceso productivo del cacao en las Mipymes. RECIMUNDO: Revista Científica de la Investigación y el Conocimiento1(5), 52-63.

Bruzón Peña, A. N. (2015). Procedimiento para la Implementación de un sistema de inocuidad en la Fábrica de Quesos de Holguín (Bachelor's thesis, Universidad de Holguín, Facultad de Ciencias Empresariales y Administración, Departamento de Ingeniería Industrial).

 

 

 

 

 


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